miércoles, 15 de septiembre de 2010

Contenido en TV, sábado 19 de septiembre!!!

Qué significa estudiante


Estudiante es la palabra que permite referirse a quienes se dedican a la aprehensión, puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre alguna ciencia, disciplina o arte. Es usual que un estudiante se encuentre matriculado en un programa formal de estudios, aunque también puede dedicarse a la búsqueda de conocimientos de manera autónoma o informal. Existen diversas clasificaciones o tipos de estudiante, que se establecen a partir del modelo de enseñanza, la dedicación temporal que implica el estudio, el plan académico en el que se inscribe y otras características.

La palabra estudiante suele ser utilizada como sinónimo de alumno. Este concepto hace referencia a aquellos individuos que aprenden de otras personas. El término alumno proviene del latín alumnum, que a su vez deriva de alere (“alimentar”).

Se dice que un sujeto es alumno de la persona que lo educó y lo crió desde su niñez. Sin embargo, también se puede ser alumno de otra persona más joven que uno. Por eso, los términos estudiante, alumno, discípulo e incluso aprendiz suelen ser intercambiables.

La diferencia entre un estudiante oficial y uno libre es que el primero recibe la enseñanza oficial de un centro educativo reconocido por el Estado y es sometido a exámenes que validan los conocimientos adquiridos. En cambio, el estudiante libre no necesita respetar ciertas normas para proseguir con su aprendizaje. Hay que reconocer, de todas formas, la existencia de distintas variantes en estas clasificaciones, ya que un alumno puede no asistir a clases con regularidad pero cursar asignaturas formales a distancia, por ejemplo.

Definición de rendimiento académico

El rendimiento académico hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido en el ámbito escolar, terciario o universitario. Un estudiante con buen rendimiento académico es aquel que obtiene calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de una cursada.

En otras palabras, el rendimiento académico es una medida de las capacidades del alumno, que expresa lo que éste ha aprendido a lo largo del proceso formativo. También supone la capacidad del alumno para responder a los estímulos educativos. En este sentido, el rendimiento académico está vinculado a la aptitud.

Existen distintos factores que inciden en el rendimiento académico. Desde la dificultad propia de algunas asignaturas, hasta la gran cantidad de exámenes que pueden coincidir en una fecha, pasando por la amplia extensión de ciertos programas educativos, son muchos los motivos que pueden llevar a un alumno a mostrar un pobre rendimiento académico.

Otras cuestiones están directamente relacionadas al factor psicológico, como la poca motivación, el desinterés o las distracciones en clase, que dificultan la comprensión de los conocimientos impartidos por el docente y termina afectando al rendimiento académico a la hora de las evaluaciones.

Por otra parte, el rendimiento académico puede estar asociado a la subjetividad del docente cuando corrige. Ciertas materias, en especial aquellas que pertenecen a las ciencias sociales, pueden generar distintas interpretaciones o explicaciones, que el profesor debe saber analizar en la corrección para determinar si el estudiante ha comprendido o no los conceptos.

En todos los casos, los especialistas recomiendan la adopción de hábitos de estudio saludables (por ejemplo, no estudiar muchas horas seguidas en la noche previa al examen, sino repartir el tiempo dedicado al estudio) para mejorar el rendimiento escolar.

Consejos Para Mejorar el Rendimiento Academico

El método 5R

1. Registra. registra tantos hechos e ideas significativas como puedas. Utilice las oraciones y gráficas, cerciórese de que puedas reconstruir el significado completo más adelante. Escribe legible.

2. Resume. Después de clase, resume tus notas escribiendo observaciones palabras clave y frases cortas. Resumir clarifica significados, revela relaciones, establece continuidad, y consolida la memorización.

3. Recita. Tapa la columna de apuntes con una hoja del papel. Entonces, mirando las palabras y las frases en la columna de observaciones solamente, recita en voz alta y con tus propias palabras la clase o tema completo.

4. Reflexiona. reflexionar haciéndote preguntas como las siguientes, por ejemplo. ¿Cuál es el significado de esto? ¿En qué principio se basa? ¿Cómo puedo aplicarlo? ¿Cómo los integro o como los aplico a mi vida?

5. Revisa. Pasa diez minutos cada semana repasando tus notas. Si los haces podrás retener mucho mejor su contenido de cara a los exámenes.

OTROS CONSEJOS!!! Cada día

1. Emplear tiempo en ordenar vuestras notas y apuntes cuando notéis que estáis en una fase de más bajo rendimiento. Organizar los apuntes.

2. Mejor emplear los cuadernos de hojas sueltas.

3. Revisa y clasifica tus apuntes el mismo día que los has tomado. Pasar a limpio los apuntes


COMO PREPARARSE PARA UN EXÁMEN

Hay que hacerse la idea de que la preparación de un examen se inicia a principio de curso. Tener el programa de la asignatura, conocerlo, mentalizarse del programa y de su temario durante todo el año, asistir a las clases, libros, materiales de apoyo....

Algunas cosas prácticas

Para mejorar tu rendimiento escolar es preciso, también, que tú consideres algunas cosas prácticas.

Es necesario que tú tengas un lugar apartado, privado, para estudiar. Tú no puedes estudiar en la mesa de la cocina, donde está la mamá preparando la comida, y suele haber música y distracciones: es necesario apartarse.



Es bueno también tener también un horario diario para el estudio, una hora, media hora o lo que sea, según la necesidad.



Es necesario también que tú estudies con otros. En Proverbios 27:17 dice: "Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo". ¿Qué significa este extraño versículo? Podemos decir simplemente esto: que cuando hay dos personas, las cosas se hacen mejor, y uno a otro se ayudan. En el estudio, es importante estudiar de a dos o de a tres, sobre todo en la Universidad. Tú no puedes aislarte y decir: "Yo lo puedo hacer solo". Es necesario también reconocer que entre varios se pueden conocer mejor las cosas y cuando hay varios, todos pueden hacer su aporte. En fin, hay un mayor avance.



Dios quiere que tú seas un buen estudiante, responsable e inteligente. Para ello, tú no estás solo, para que no desmerezcas tu condición de hijo de Dios (si no eres muy aventajado), y para que tampoco te dejes cautivar por el oropel del conocimiento humano (si eres un buen estudiante). Para que en todo el Señor Jesucristo sea glorificado en tu vida. En toda tu vida. Amén.









La reflexión del día!!!

Bambú japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad,

no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad,

este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces

que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana,

muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones

estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que "en tanto no bajemos los brazos" ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro…

Estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente

creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito

cuando éste al fin se materialice.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...

quizá sólo estés echando raíces...

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