miércoles, 20 de octubre de 2010

AV Sábado 23 de Octubre!!!

AEVNTURAS TV, SÁBADO 23 DE OCTUBRE


PRIMER SEGMENTO (TEMA DE LA SEMANA) (20 MINS)

MODA

A largo de la historia las modas han sido un reflejo del pensamiento vigente en cada etapa. La moda no solo abarca el vestuario, sino que incluye tambien estilos de vida, creencias y costumbres.

El mundo de hoy es muy diferente del de hace apenas una decada. Vivimos en la era de la globalizacion. Gracias a los beneficios de la tecnologia, especialmente de la informatica, podemos estar al mismo tiempo en muchos lugares que antes no sonabamos conocer. Ahora las personas se muestran mas curiosas por descubrir que sucede en otras latitudes y poseen una mayor capacidad para adaptarse a nuevas situaciones. Esa convivencia facilita que la tolerancia sea hoy un valor humano por excelencia. Ella esta presente no solo en las numerosas tendencies de vestir que coexisten, sino tambien en la facilidad con que asumimos diversos estilos de vida, creencias, tipos de comida y consejos para cuidar nuestro organismo, provenientes de sitios que antes no lograbamos siquiera ubicar en el mapa.

Reflejo de lo que somos.

La vida activa y dinamica de nuestro tiempo exige de la moda una gran capacidad para transformarse y adaptarse a las exigencies de numerosas personas. En los ultimos anos, los medios de comunicacion y la industria de la publicidad nos han inundado con imagines que definen un modo de ser: maquillajes, peinados, maneras de vestirse y de vivir. Aunado a esto, prestigiosas marcas han puesto al alcance de las mayorias lineas de productos mas economicos que posibilitan el acceso a objetos que antes resultaban inalcanzables. Sin embargo, esto obliga a aquellos que gustan de lo exclusivo a buscar otras maneras de satisfacer sus necesidades. Si hace 20 anos lo fresco y lo informal eran un modo de vanguardia de ir en contra de los convencionalismos, hoy el gusto por la alta costura, por lo refinado, es el modo de afirmarse de una elite de jovenes.

Es muy importante que, antes de seguir ciegamente cualquier tendencia que surja en el escenario de la moda, nos preguntemos que queremos, quienes somos, que estilo refleja mejor nuestro interior. De este modo lograremos proyectar una imagen real de nosotros mismos. Seguir dietas y usar cosmeticos o prendas que nos hacen ver mejor no significa ser superficiales, pero cuando estos funcionan como un velo para esconder nuestras carencias emocionales puede convertirse en una estrategia muy peligrosa.

Estilos de vida

Las tendencies se dan tambien en campos como la informatica, por ejemplo. Hoy esta de moda establecer relaciones a traves de la computadora con personas que se encuentren muy lejos de nosotros, en tra ciudad, pais o continente. Este acceso ilimitado a grandes volumenes de informacion permite que nos interesemos por elementos provenientes de otras culturas. El gusto por tradiciones, cultos y formas de vida de otros paises como la India, Tailandia, China y Japon, entre otros, es una tendencia viva en Occidente. Parece que el consumo de bienes materials ha provocado un enorme vacio y muchos sienten ahora la necesidad de regresar a lo espiritual, a lo magico, a lo esencial que existe dentro de nosotros.

Buscamos alcanzar la paz, el equilibrio mental y la relajacion del cuerpo en religions y practices orientales, como el budismo. La solucion ideal ante una vida agitada y ruidosa parece estar en los origenes, en lo natural. Por eso encontramos muchas terapias alternatives a la medicina occidental, como el yoga, la homeopatia, dietas y aromaterapias dirigidas a curar todo tipo de males.

SER O NO SER.

En medio de tantas corrientes, el look del ciudadano a principios del siglo XXI no es homogeneo. En solo un dia un individuo puede ataviarse con los mas exclusivos y clasicos disenos de Armani, Oscar de la Renta, Yves St. Laurent, Perry Ellis o Dior, para luego cenar comida tailandesa en un restaurant de moda donde encontrara personas vestidas con prendas de tipo etnico ya sean asiaticas, africanas o latinoamericanas y otras que prefieren usar modelos deportivos y dinamicos que demuestran su interes por mantener una Buena figura y un cuerpo sano.

Ante la diversidad, cada uno de nosotros debemos ser capaces de crear una tendencia propia que proyecte a los demas su verdadero “yo”. Elegir alguna de las corrientes en boga, o combinar varias de ellas segun nuestras preferencias, es una manera de ejercer nuestro derecho de expresarnos. Haz un alto en sus actividades y piensa por un momento si el estilo que llevas refleja realmente el ser humano que tu eres.

Hay un pequeno ejercicio que te ayudara a elegir tu tendencia, proyecta en tu mente la imagen de ti mismo que quieres trasmitir a los demas. Agregale el vestuario, el peinado y el ambiente que desearias.Confronta esa imagen con la persona que eres realmente.Este ejercicio te ayudara a autodefinirte y alcanzar mayor seguridad.





SEGUNDO SEGMENTO (EJEMPLO DE VIDA) (20 MINS)

San Francisco de Asís

Dicen que a San Francisco lo declaró santo el pueblo, antes de que el Sumo Pontífice le concediera ese honor, y que si se hace una votación entre los cristianos (aún entre los protestantes) todos están de acuerdo en declarar que es un verdadero santo. Todos, aun los no católicos, lo quieren y lo estiman.

Lo quieren los pobres, porque él se dedicó a vivir en total pobreza, pero con gran alegría.

Lo estiman los ecologistas porque él fue el amigo de las aves, de los peces, de las flores, del agua, del sol, de la luna y de la madre tierra.

Nació en Asís (Italia) en 1182.

Su madre se llamaba Pica y fue sumamente estimada por él durante toda su vida. Su padre era Pedro Bernardone, un hombre muy admirador y amigo de Francia, por la cual le puso el nombre de Francisco, que significa: "el pequeño francesito".

Cuando joven a Franciscolo que le agradaba era asistir a fiestas, paseos y reuniones con mucha música. Su padre tenía uno de los mejores almacenes de ropa en la ciudad, y al muchacho le sobraba el dinero. Los negocios y el estudio no le llamaban la atención. Pero tenía la cualidad de no negar un favor o una ayuda a un pobre siempre que pudiera hacerlo.

Tenía veinte años cuando hubo una guerra entre Asís y la ciudad de Perugia. Francisco salió a combatir por su ciudad, y cayó prisionero de los enemigos. La prisión duró un año, tiempo que él aprovechó para meditar y pensar seriamente en la vida.

Al salir de la prisión se incorporó otra vez en el ejército de su ciudad, y se fue a combatir a los enemigos. Se compró una armadura sumamente elegante y el mejor caballo que encontró. Pero por el camino se le presentó un pobre militar que no tenía con qué comprar armadura ni caballería, y Francisco, conmovido, le regaló todo su lujoso equipo militar. Esa noche en sueños sintió que le presentaban en cambio de lo que él había obsequiado, unas armaduras mejores para enfrentarse a los enemigos del espíritu.

Francisco no llegó al campo de batalla porque se enfermó y en plena enfermedad oyó que una voz del cielo le decía: "¿Por qué dedicarse a servir a los jornaleros, en vez de consagrarse a servir al Jefe Supremo de todos?". Entonces se volvió a su ciudad, pero ya no a divertirse y parrandear sino a meditar en serio acerca de su futuro.

La gente al verlo tan silencioso y meditabundo comentaba que Francisco probablemente estaba enamorado. Él comentaba: "Sí, estoy enamorado y es de la novia más fiel y más pura y santificadora que existe". Los demás no sabían de quién se trataba, pero él sí sabía muy bien que se estaba enamorando de la pobreza, o sea de una manera de vivir que fuera lo más parecida posible al modo totalmente pobre como vivió Jesús. Y se fue convenciendo de que debía vender todos sus bienes y darlos a los pobres.

Paseando un día por el campo encontró a un leproso lleno de llagas y sintió un gran asco hacia él. Pero sintió también una inspiración divina que le decía que si no obramos contra nuestros instintos nunca seremos santos. Entonces se acercó al leproso, y venciendo la espantosa repugnancia que sentía, le besó las llagas. Desde que hizo ese acto heroico logró conseguir de Dios una gran fuerza para dominar sus instintos y poder sacrificarse siempre a favor de los demás. Desde aquel día empezó a visitar a los enfermos en los hospitales y a los pobres. Y les regalaba cuanto llevaba consigo.

Un día, rezando ante un crucifijo en la iglesia de San Damián, le pareció oír que Cristo le decía tres veces: "Francisco, tienes que reparar mi casa, porque está en ruinas". Él creyó que Jesús le mandaba arreglar las paredes de la iglesia de San Damián, que estaban muy deterioradas, y se fue a su casa y vendió su caballo y una buena cantidad de telas del almacén de su padre y le trajo dinero al Padre Capellán de San Damián, pidiéndole que lo dejara quedarse allí ayudándole a reparar esa construcción que estaba en ruinas. El sacerdote le dijo que le aceptaba el quedarse allí, pero que el dinero no se lo aceptaba (le tenía temor a la dura reacción que iba a tener su padre, Pedro Bernardone) Francisco dejó el dinero en una ventana, y al saber que su padre enfurecido venía a castigarlo, se escondió prudentemente.

Pedro Bernardone demandó a su hijo Francisco ante el obispo declarando que lo desheredaba y que tenía que devolverle el dinero conseguido con las telas que había vendido. El prelado devolvió el dinero al airado papá, y Francisco, despojándose de su camisa, de su saco y de su manto, los entregó a su padre diciéndole: "Hasta ahora he sido el hijo de Pedro Bernardone. De hoy en adelante podré decir: Padrenuestro que estás en los cielos".

El Sr. Obispo le regaló el vestido de uno de sus trabajadores del campo: una sencilla túnica, de tela ordinaria, amarrada en la cintura con un cordón. Francisco trazó una cruz con tiza, sobre su nueva túnica, y con ésta vestirá y pasará el resto de su vida. Ese será el hábito de sus religiosos después: el vestido de un campesino pobre, de un sencillo obrero.

Se fue por los campos orando y cantando. Unos guerrilleros lo encontraron y le dijeron: "¿Usted quién es? – Él respondió: - Yo soy el heraldo o mensajero del gran Rey". Los otros no entendieron qué les quería decir con esto y en cambio de su respuesta le dieron una paliza. Él siguió lo mismo de contento, cantando y rezando a Dios.

Después volvió a Asís a dedicarse a levantar y reconstruir la iglesita de San Damián. Y para ello empezó a recorrer las calles pidiendo limosna. La gente que antes lo había visto rico y elegante y ahora lo encontraba pidiendo limosna y vestido tan pobremente, se burlaba de él. Pero consiguió con qué reconstruir el pequeño templo.

La Porciúncula. Este nombre es queridísimo para los franciscanos de todo el mundo, porque en la capilla llamada así fue donde Fracisco empezó su comunidad. Porciúncula significa "pequeño terreno". Era una finquita chiquita con una capillita en ruinas. Estaba a 4 kilómetros de Asís. Los padres Benedictinos le dieron permiso de irse a vivir allá, y a nuestro santo le agradaba el sitio por lo pacífico y solitario y porque la capilla estaba dedicada a la Sma. Virgen.

En la misa de la fiesta del apóstol San Matías, el cielo le mostró lo que esperaba de él. Y fue por medio del evangelio de ese día, que es el programa que Cristo dio a sus apóstoles cuando los envió a predicar. Dice así: "Vayan a proclamar que el Reino de los cielos está cerca. No lleven dinero ni sandalias, ni doble vestido para cambiarse. Gratis han recibido, den también gratuitamente". Francisco tomó esto a la letra y se propuso dedicarse al apostolado, pero en medio de la pobreza más estricta.

Cuenta San Buenaventura que se encontró con el santo un hombre a quien un cáncer le había desfigurado horriblemente la cara. El otro intentó arrodillarse a sus pies, pero Francisco se lo impidió y le dio un beso en la cara, y el enfermo quedó instantáneamente curado. Y la gente decía: "No se sabe qué admirar más, si el beso o el milagro".

El primero que se le unió en su vida de apostolado fue Bernardo de Quintavalle, un rico comerciante de Asís, el cual invitaba con frecuencia a Francisco a su casa y por la noche se hacía el dormido y veía que el santo se levantaba y empleaba muchas horas dedicado a la oración repitiendo: "mi Dios y mi todo". Le pidió que lo admitiera como su discípulo, vendió todos sus bienes y los dio a los pobres y se fue a acompañarlo a la Porciúncula. El segundo compañero fue Pedro de Cattaneo, canónigo de la catedral de Asís. El tercero, fue Fray Gil, célebre por su sencillez.

Cuando ya Francisco tenía 12 compañeros se fueron a Roma a pedirle al Papa que aprobara su comunidad. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad, y viviendo de las limosnas que la gente les daba.

En Roma no querían aprobar esta comunidad porque les parecía demasiado rígida en cuanto a pobreza, pero al fin un cardenal dijo: "No les podemos prohibir que vivan como lo mandó Cristo en el evangelio". Recibieron la aprobación, y se volvieron a Asís a vivir en pobreza, en oración, en santa alegría y gran fraternidad, junto a la iglesia de la Porciúncula.

Dicen que Inocencio III vio en sueños que la Iglesia de Roma estaba a punto de derrumbarse y que aparecían dos hombres a ponerle el hombro e impedir que se derrumbara. El uno era San Francisco, fundador de los franciscanos, y el otro, Santo Domingo, fundador de los dominicos. Desde entonces el Papa se propuso aprobar estas comunidades.

A Francisco lo atacaban a veces terribles tentaciones impuras. Para vencer las pasiones de su cuerpo, tuvo alguna vez que revolcarse entre espinas. Él podía repetir lo del santo antiguo: "trato duramente a mi cuerpo, porque él trata muy duramente a mi alma".

Clara, una joven muy santa de Asís, se entusiasmó por esa vida de pobreza, oración y santa alegría que llevaban los seguidores de Francisco, y abandonando su familia huyó a hacerse moja según su sabia dirección. Con santa Clara fundó él las hermanas clarisas, que tienen hoy conventos en todo el mundo.

Francisco tenía la rara cualidad de hacerse querer de los animales. Las golondrinas le seguían en bandadas y formaban una cruz, por encima de donde él predicaba. Cuando estaba solo en el monte una mirla venía a despertarlo con su canto cuando era la hora de la oración de la medianoche. Pero si el santo estaba enfermo, el animalillo no lo despertaba. Un conejito lo siguió por algún tiempo, con gran cariño.

Dicen que un lobo feroz le obedeció cuando el santo le pidió que dejara de atacar a la gente.

Francisco se retiró por 40 días al Monte Alvernia a meditar, y tanto pensó en las heridas de Cristo, que a él también se le formaron las mismas heridas en las manos, en los pies y en el costado.

Francisco recorría campos y pueblos invitando a la gente a amar más a Jesucristo, y repetía siempre: "El Amor no es amado". Las gentes le escuchaban con especial cariño y se admiraban de lo mucho que sus palabras influían en los corazones para entusiasmarlos por Cristo y su religión.

Dispuso ir a Egipto a evangelizar al sultán y a los mahometanos. Pero ni el jefe musulmán ni sus fanáticos seguidores quisieron aceptar sus mensajes. Entonces se fue a Tierra Santa a visitar en devota peregrinación los Santos Lugares donde Jesús nació, vivió y murió: Belén, Nazaret, Jerusalén, etc. En recuerdo de esta piadosa visita suya los franciscanos están encargados desde hace siglos de custodiar los Santos Lugares de Tierra Santa.

Por no cuidarse bien de las calientísimas arenas del desierto de Egipto se enfermó de los ojos y cuando murió estaba casi completamente ciego. Un sufrimiento más que el Señor le permitía para que ganara más premios para el cielo.

Cuando sólo tenía 44 años sintió que le llegaba la hora de partir a la eternidad. Dejaba fundada la comunidad de Franciscanos, y la de hermanas Clarisas. Con esto contribuyó enormemente a enfervorizar la Iglesia Católica y a extender la religión de Cristo por todos los países del mundo. Los seguidores de San Francisco (franciscanos, capuchinos, clarisas, etc.) son el grupo religioso más numeroso que existe en la Iglesia Católica. El 3 de octubre de 1226, acostado en el duro suelo, cubierto con un hábito que le habían prestado de limosna, y pidiendo a sus seguidores que se amen siempre como Cristo los ha amado, murió como había vivido: lleno de alegría, de paz y de amor a Dios.

Cuando apenas habían transcurrido dos años después de su muerte, el Sumo Pontífice lo declaró santo y en todos los países de la tierra se venera y se admira a este hombre sencillo y bueno que pasó por el mundo enseñando a amar la naturaleza y a vivir desprendido de los bienes materiales y enamorados de nuestra buen Dios. Fue él quien popularizó la costumbre de hacer pesebres para Navidad.

San Francisco de Asís: pídele a Jesús que lo amemos tan intensamente como lo lograste amar tú.

Nuevo Segmento

TERCER SEGMENTO (SIGNOS SAGRADOS) (15 MINS)

INTRODUCCIÓN DEL SEGMENTO (5 min)

Dar a conocer lo que las cosas nos quieren decir por medio de su significado, sagrado. Basado en la literatura de Hans Urs von Balthasar. Debemos entender las palabras con las que nos relacionamos en la iglesia para poder cumplir con el mensaje que nos quieren transmitir, si no conocemos su significado, no sabremos su importancia y no del daremos valor en nuestra vida religiosa. La evolución hace que el trabajo que conllevan algunas palabras ya nos e el mismo, pero estos signos sagrados representados por palabras no deben pasar o evolucionar-.

Cada signo sagrado, representa un diálogo entre nosotros y Dios, e ahí la importancia de conocer el significado de esos signos para saber que nos quiere decir Dios y cómo podemos contestarle.



LA PUERTA (10 min)

"Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abra la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo", son palabras de Cristo a la primitiva Iglesia cristiana de Laodicea, que nos han sido transmitidas por el libro del Apocalipsis de San Juan (Ap 3,20)

Desde siempre busca el hombre protección al abrigo de un muro, de una cueva o de una tienda. Sólo que en ese espacio limitado no se siente tan autónomo, como para no tener que procurarse una apertura por la que poder salir y entrar con el fin de procurarse lo que le es necesario para la vida, y que son las personas o cosas. Una apertura que también puede cerrarse, para vivir en soledad o para sentirse seguro con otras personas.

El Giro de una puerta sobre su quicio puede unir o separa. La apertura de un nuevo espacio vital o el cierre de una fuente de peligros por obra de una puerta resulta, en determinadas circunstancias un proceso decisivo par ala existencia. Por eso Jesús no sólo se ha llamado luz del mundo, camino, verdad y vida, también se ha llamado la puerta. En el Evangelio de Juan, donde se autodefine como el buen pastor, dice lo siguiente: "Yo soy la puerta de las ovejas...; el que entre por mí estará a salvo, podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no viene sino para robar, matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan exuberante" (Jn 10,7-10)

María es la puerta cerrada en una interpretación de la Iglesia Antigua, Ella es la puerta cerrada por la que únicamente ha entrado el Rey de Reyes, La iglesia occidental invoca a María en la letanía lauretana como "Puerta del Cielo"

Antes de la consagración solemne de una Iglesia el obispo consagrante golpe a la puerta con su báculo. Al mismo tiempo se canta el Salmo 24 y estas palabras contenidas en el:

"Alzad, puertas, vuestras frentes,realzaos, portales de otro tiempo,para que entre el rey glorioso."

Las puertas abran caminos a la vida; y también caminos que llevan a la muerte. La fe cristiana dice que detrás se encuentra aquel Cristo que mandó decir a la comunidad de Laodicea que quería cenar con quien le permitiera la entrada a su vida y muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario